KyotoEduca: Encuesta sobre móviles, obsolescencia programada, reciclaje y gasto energético
En el Instituto Mar de Alborán, el profesor Juan Carlos Moreno Pérez junto con sus alumnos de 1º de Sistemas Microinformáticos y Redes ha hecho una encuesta a 651 alumnos de su mismo centro relacionada con los móviles, la obsolescencia programada, el reciclaje y el gasto energético.
De los 651 alumnos, el 54% de los alumnos eran chicos mientras que el resto (46%) eran chicas.
La edad media de los alumnos ronda los catorce años y medio y se ha podido constatar que el 90% de ellos posee un smartphone.
Se ha observado más chicos que chicas suelen tener smartphone, concretamente un 93% de los chicos tienen smartphone mientras que solamente un 86% de las chicas tienen smartphone.
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Se le ha preguntado a los encuestados sobre la periodicidad con la que cargan el teléfono y un 32,4% de los encuestados carga el móvil varias veces al día lo que evidencia un uso muy intensivo del mismo (o bien que la batería ha reducido su capacidad de carga con el uso).
El 54,5% de los encuestados carga el móvil una vez al día lo cual es normal en un uso medio-alto del móvil mientras que el resto lo carga cada dos días o más.
¿Sabías que la energía en cargar los teléfonos móviles de los alumnos de nuestro Instituto se podría tener una bombilla LED encendida día y noche durante 50 días?
En nuestro Instituto hay alrededor de 1500 alumnos con lo cual si estimamos que un móvil tarda en cargarse más o menos una hora de media (o incluso algo menos), el gasto al cargarse puede ser de unos 5 vatios. Al día, todos nuestros alumnos pueden gastar 8.495 vatios de energía al cargar sus móviles. Esa energía de cargar los móviles en un día podría dar para tener encendida una bombilla LED de 7 vatios durante 1.213 horas lo que equivale a tenerla encendida unos 50 días.
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– ¿Y que Nokia sacó la mejor nota?
En el IES Mar de Alborán estamos concienciándonos sobre la basura electrónica y el reciclaje porque cada año millones de aparatos electrónicos como móviles y ordenadores se tiran en vertederos o se incineran creando un verdadero problema medioambiental. Es más, muchos son enviados a otros países menos desarrollados en Asia y África donde los trabajadores que desmantelan estos dispositivos electrónicos (que muchas veces son niños y niñas menores de edad) conviven con miles de sustancias químicas nocivas para la salud.
En nuestro instituto estamos colaborando con el reciclaje y para ello tenemos contenedores para recoger pilas, móviles, tóner y residuos de aparatos eléctricos y electrónicos porque queremos que estos productos tengan una segunda vida.
Además muchas veces el reciclaje ayuda a crear empresas y puestos de trabajo dentro de nuestro país y nuestras localidades. Si simplemente compramos y tiramos a la basura los más beneficiados son los países productores y además se produce con la intención de usar y tirar con lo cual los productos cada vez serán más baratos pero a costa de fabricar productos con menos calidad y mucho más malos. Además el producir barato implica más contaminación para poder crear productos más competitivos.
Otros datos curiosos de la encuesta reflejan que un 19% de los alumnos han reciclado un móvil lo cual es un porcentaje considerable que intentaremos superar con las campañas de concienciación que estamos llevando a cabo.
De los alumnos que tenían móvil, más o menos al 42% de ellos se le ha roto el móvil por lo menos una vez, pero solamente un 43% de ellos lo han arreglado lo que equivale que un 57% de los móviles que se rompen dejan de utilizarse. Esto nos hace pensar que el mercado de la reparación de terminales en nuestra zona tendría posibilidades de crecimiento si pueden realizar estas reparaciones a un precio relativamente competitivo.
Por otro lado decir que el 40% de los móviles que tienen nuestros alumnos tienen un valor entre 200 y 300 euros, un 27% vale más de 200 euros y el resto vale menos de 100 euros o desconoce su precio. El valor de los terminales está muy ligado al mercado de la reparación. Cuanto menor sea el precio del terminal más usuarios van a evitar repararlo porque no merece la pena la reparación frente a comprar un nuevo teléfono.
– ¿Sabías que con el precio que cuestan los móviles de nuestros alumnos podríamos llenar cerca de dos millones de vasos de leche?
Si tenemos en cuenta que cada terminal de nuestros alumnos de media podría costar unos 275 euros y un litro de leche unos 80 céntimos. Con el precio que cuestan los móviles actuales de nuestros alumnos podríamos comprar 464.062 bricks de leche lo cual equivaldrían a cerca de dos millones de vasos de leche. Esto nos tiene que hacer reflexionar en que somos afortunados por tener lo que tenemos pero al mismo tiempo lo tenemos que valorar y cuando un dispositivo nuestro llegue al final de su vida útil porque se ha averiado o por que lo queremos renovar, lo que debemos hacer es reciclarlo. No tenemos que tirar a la basura ese dispositivo para quemarlo sino reciclarlo para darle un segundo uso.